Hoy tengo el placer de contar en el blog con un buen amigo, Javier Carrasco, que nos trae un artículo lleno de interesantes reflexiones sobre: Gestión de la carrera profesional, la formación continua como parte del trabajo y el trabajo como parte de nuestra formación, la aptitud frente a los retos profesionales y la necesidad de cambiar el “chip” ante un entorno enormemente competitivo y dinámico.
Yo soy un estudiante, ya llevo unos cuantos años trabajando, pero me sigo sintiendo estudiante, tengo la necesidad de aprender y la sensación de que mi formación está en pleno proceso. En todas las etapas de mi formación académica, tanto yo como mis compañeros teníamos ganas de terminar nuestra preparación, cada curso que pasábamos, cada ciclo formativo, eran un peldaño más de una escalera cuya meta era el trabajo. Escalábamos la montaña de nuestros estudios buscando la cima de un trabajo.
Lo que voy a tratar de exponeros, basándome en mi experiencia, es que un puesto de trabajo no es una meta, si no una salida. Como decía Nelson Mandela: Después de escalar una gran montaña, uno se encuentra sólo con que hay muchas más montañas por escalar. Así pues el trabajo representa un inicio, comenzamos nuestra CARRERA PROFESIONAL.
Si buscamos información sobre este concepto veremos que hay múltiples acepciones, yo no os voy a dar una. Solo una apreciación personal: El termino CARRERA lo utilizamos en castellano para definir una formación universitaria, sin embargo en inglés CAREER, se refiere a carrera profesional, al desarrollo de una vida laboral, una dedicación. Me encanta este término anglosajón ¿Os imagináis acudir cada día a vuestro trabajo de igual manera que íbamos a las clases?, con espíritu de aprendizaje, sabiendo que hay clases que nos gustarán más o menos, pero que todas nos van a preparar para ser mejores, para tener más alternativas ¿Os imagináis cambiando el chip y que ante cada situación complicada, de inseguridad, inexperiencia o falta de formación en vuestro trabajo, solo tengáis que deciros a vosotros mismos tendré que estudiar un poco más, o para esto voy a buscar clases particulares, o aquello que se me da bien voy a desarrollarlo…? Pues está en nuestras manos y en cierta medida lo hacemos, pero creo que no lo suficiente y en la mayoría de los casos sin tener focalizado nuestro objetivo.
Siempre he trabajado como mando intermedio, teniendo a mi cargo diferentes grupos de personas. Pues bien, nunca he tenido ninguna asignatura en la que me enseñaran pautas para la dirección y gestión de personal. En mi primer trabajo asumían mi inexperiencia y la capacidad de que el mismo trabajo, día a día, iba a aportarme esa preparación; y cuando he cambiado, asumían la experiencia ganada como garantía de dicha preparación, jamás me han preguntado en ninguna entrevista de trabajo por qué no había hecho ningún curso de formación sobre algo relacionado con este tema. Mi carrera académica como mando intermedio comenzó con mi primer empleo y continúa hasta ahora, y seguirá, aprendiendo de las diferentes situaciones que debo manejar, y la puedo completar navegando sobre el tema en internet, buscando información y formación académica,… Y es que creo que nuestro trabajo representa la mejor entidad para adquirir el título universitario, master, doctorado, ciclo formativo, educación obligatoria o como quiera que queramos llamar al conjunto de conocimientos que nos permitirán sencillamente ganarnos la vida. Nuestro trabajo nos permite constatar día a día nuestras carencias y oportunidades de mejora, nos enfrenta a nuestra realidad profesional.
Cuando nos matriculamos para algún curso de formación, nos dan el temario, las asignaturas. En nuestra carrera profesional tenemos la suerte y a la vez la responsabilidad de ser nosotros quienes fijamos nuestro temario. En muchas ocasiones es la empresa para la que trabajamos la que se encarga de fijar la formación que necesitamos, y esto es una gran ayuda. Cuando comencé mi trabajo actual como jefe de almacén y logística, fue la propia empresa la que me inscribió en un curso sobre logística. Pero no creo que debamos quedarnos solo con eso, somos nosotros los que más capacidad tenemos de adelantarnos a las circunstancias, incluso a las necesidades de la propia empresa (sobre todo cuando ya llevamos un tiempo en ella), somos nosotros los que mejor conocemos lo que podemos aportar. Como os decía, mi empresa me inscribió en un curso sobre logística, pero yo además he adquirido formación para el transporte de mercancías peligrosas por carretera. Ambas formaciones son muy útiles para desarrollar mi actividad, y eran carencias que tenía, una detectada por la empresa y otra por mí. Son dos ejemplos, pensad en vosotros y encontrareis muchos más. Somos nosotros los que sabemos o debemos saber hacia donde queremos dirigir nuestra vida laboral.
Os propongo un ejercicio. Buscad el currículum de alguien que consideréis con prestigio ya sea de vuestro ámbito profesional o de otro cualquiera. Observad la formación que tenía antes de comenzar a trabajar y observad en qué se ha convertido, qué formación y experiencia ha adquirido y contestaos a estas preguntas: ¿Para desarrollar su trabajo le ha bastado con aquello que aprendió antes de empezar a trabajar o sigue aprendiendo? ¿Ha seguido el camino que le marcaban o ha fijado el suyo?
Ahora mirad vuestro currículum, preguntaos si necesitáis formación y hacia dónde os dirigís. Trabajamos en un mundo cada vez más competitivo. Trabajadores de 50 años compiten con los de 30, con diferentes medios y épocas de formación, y tenemos la obligación de regenerarnos, debemos tratar de ser el mejor profesional que nuestra empresa pueda tener en nuestro puesto. Las empresas son entes flexibles que evolucionan en un mercado competitivo y cambiante, los trabajadores debemos aprovechar estas circunstancias para aprender e impulsar esa flexibilidad. Cuando nuestro jefe nos encarga funciones nuevas podemos tomar dos posturas: verlo como un marrón, más trabajo, más agobio, más estrés; o verlo como una oportunidad, más aprendizaje, más realización personal. En el fondo nos están regalando una formación más, un master con prácticas. Sé que no es todo blanco o negro, ni oro todo lo que reluce, pero debemos tratar de adoptar una actitud positiva y para ello es importantísimo ser consciente de hacia donde queremos dirigir nuestra carrera profesional. Y así además de una actitud positiva adoptaremos una actitud proactiva.
Como habéis podido comprobar e insistido varias veces en la importancia de saber hacia donde va nuestra carrera profesional. Quiero finalizar hablando de ello. Y es que nuestro trabajo es nuestra mayor inversión, porque invertimos nuestro tiempo, algo que ya no recuperaremos. No sé si seréis aficionados al deporte, me voy a apoyar en éste para que me entendáis mejor. Los deportistas tienen clarísimo que su carrera profesional es corta, Messi con 40 años no creo que meta tantos goles como ahora, pero muchos de ellos utilizan todo lo que aprendieron cuando estaban en activo y ahora se dedican a entrenar, comentar, y otras muchas actividades relacionadas. Pues ahora pensemos en nuestro trabajo, en la crisis actual, en las circunstancias macroeconómicas y utilizando la metáfora del fútbol contestemos a esta pregunta: ¿Pretendo seguir metiendo goles a los 50 o voy a aprender un montón de cosas mientras meto esos goles, para a los 50 ser un valor activo desarrollando otras facetas? Evidentemente que en la mayoría de nuestras profesiones el cambio no es tan drástico, pero sí la necesidad de regenerarnos, de actualizarnos. Y en nuestro puesto de trabajo tenemos un valioso portal de información para saber si el camino que estamos siguiendo es el correcto.
¿Eres de los que ven marrones u oportunidades de formación?
Javier Carrasco es licenciado en Ciencias Ambientales e Ingeniería Agrícola, cuenta con más de 10 años de experiencia en posiciones de Mando Intermedio, desde hace 8 años trabaja como Jefe de Almacén y Logística. Esta especializado en planificación estratégica de la cadena de suministro y optimización de recursos y procesos productivos.
Te animo a conectar con Javier a través de su perfil en Linkedin.
4 comentarios
Un artículo muy actual y real. Lo que me gustaría señalar es que este aprendizaje en el trabajo requiere de un tiempo para poder adquirirlo y realizar esas tareas de la mejor manera posible. Para que la empresa alcance sus objstivos y el trabajador continúe con su desarrollo profesional.
Pero que pasa cuando la empresa no da ese tiempo necesario para aprender una nueva tarea? que pasa cuando de un día para otro o sabes hacer esto o fuera?
Mi intención y voluntad está en continuar siempre aprendiendo, esa es nuestra misión.
Hola Raquel, muchas gracias por tu comentario.
Estoy de acuerdo con que todo aprendizaje lleva asociado un tiempo. Ante una nueva tarea tanto nuestra empresa como nosotros debemos valorar y estimar dicho tiempo. Ninguna tarea nueva debería encomendarse bajo el espíritu de si no lo sabes de un día para otro fuera.
Me alegra y comparto tu actitud de aprendizaje.
Pienso que en los tiempos que corren tener un trabajo es en sí un gran logro, pero también pienso que, una vez logrado, es una gran oportunidad para seguir aprendiendo, no solo en el trabajo sino buscando formación adicional.
Además, hay que saber adaptarse a los cambios, sobre todo en profesiones en las que a lo que uno se puede dedicar no es sota, caballo y rey (no es lo mismo estudiar Medicina, que Lingüística, por ejemplo).
Estoy muy de acuerdo con el post, siempre hay nuevas oportunidades en un trabajo.
¡Gracias!
Muchas gracias Paula. Estoy totalmente de acuerdo con que hoy por hoy conseguir un trabajo es un verdadero logro. Y una vez conseguido pues a tratar de sacar el mayor partido de el.
Gracias y a seguir aprendiendo.