Cambiar de empleo es normal hoy en día, apenas hay trabajos para toda la vida, así que es normal que te inquiete y te dé miedo. Tener miedo a cambiar de trabajo no es una debilidad.
El miedo es una emoción natural que tenemos todos los humanos como respuesta a la inseguridad. Es normal tener miedo. El miedo al cambio está en nuestra genética, porque implica un riesgo, el riesgo de cambiar de trabajo es real porque no sabemos lo que nos deparará y esto genera incertidumbre.
Los grandes cambios de la vida te pueden generar miedo y todavía más, si se trata de cambiar de trabajo, donde pasamos entre 8 y 12 horas al día. Un trabajo puede influir en que te puedas mudar a una casa mejor o no, si puedes mantener a tu familia, o si te aburres o diviertes con tus tareas laborales.
Así que el miedo surge como respuesta.
¿Por qué tenemos miedo al cambio? Hay un par de razones psicológicas
Psicológicamente el miedo al cambio laboral tiene una explicación.
Miedo a lo desconocido y a la incertidumbre
Si estás en un buen puesto, pero quieres llegar más lejos y subir un escalón profesional (porque quieres hacer funciones que te gusten más o quieres mayor sueldo), puede surgir este miedo.
“Estoy bien, pero quiero estar mejor.”
En ocasiones este deseo despierta el pensamiento negativo “la avaricia rompe el saco”. A ver si por querer demasiado, pierdo todo lo bueno que ya tengo en este trabajo. Y que tengo seguro.
Porque la gran duda es:
¿Y si siento que no encajo en el nuevo trabajo? ¿Y si no estoy a gusto? ¿Y si no es tan bonito como parece? ¿Y si me despiden? ¿Y si…?
Como ves, puede ser infinito.
Y en caso contrario, si tienes un trabajo que no te fascina nada, puede que el miedo te haga pensar que quizás el próximo sea todavía peor. Esto puede ser debido a que, por malas experiencias pasadas con trabajos, hayas desarrollado ese pensamiento negativo.
Porque en este trabajo también empezaste con ilusión y al final no ha sido una buena oportunidad.
Si te fijas, en los dos casos se trata de pensamientos negativos sobre el futuro, que no tienen por qué ocurrir.
A las personas nos mueve más el miedo a perder que el deseo de ganar. Así funciona la psicología humana. Ser consciente de tus pensamientos puede ayudarte a no perder buenas experiencias y oportunidades. A avanzar.
Miedo a no hacer bien el trabajo
Este tipo de miedo suele ser debido a percibir la inseguridad dentro de uno mismo.
Seguramente si cambias de trabajo es porque te atrae más. Por eso nacen preguntas como:
¿Tengo la formación suficiente para poder hacer ese trabajo?
¿La liaré y pensarán que no valgo para el puesto?
¿Cómo sé si estoy preparado para hacer ese trabajo? ¿Soy capaz de hacer eso?
Este tipo de miedo está relacionado con una falta de confianza en uno mismo, en problemas de autoestima o en el síndrome del impostor.
¿Cómo saber si estás experimentando estos tipos de miedos al cambio laboral?
Ten en cuenta que el miedo tiene diferentes formas de manifestarse.
Síntomas del miedo al cambio laboral.
Estate alerta por si estás notando algunos de los siguientes síntomas del miedo a cambiar de trabajo.
Un tipo de síntomas son los relacionados con el pensamiento. Como ya hemos comentado más arriba, cuando las personas tenemos miedo nos llegan pensamientos negativos repetidos, pensamientos de que algo malo nos va a pasar.
Y se manifiestan en forma de preocupaciones constantes. Como cuando sabes que te vendría mejor ese trabajo que te ahorra 1 hora de tren y el dinero en transporte, pero piensas ¿y si el jefe es un idiota y me amarga la vida? ¿y si hay una crisis y me quedo en el paro? ¿Y si me estoy equivocando?
La culpabilidad puede ser un pensamiento que te sabotee la ilusión por el cambio.
Otro tipo de síntomas, es a través de los síntomas físicos del propio miedo (del miedo a cualquier cosa).
Por ejemplo, sentir presión en el pecho, sudar, ponerte nervioso, tener dolores de cabeza, sentir el cuerpo tenso, notar que no te cae bien la comida o se te repite, tener problemas para dormir o para mantener el sueño por la noche o incluso tener menos ganas de sexo.
Si, físicamente se puede notar y mucho. Y puede afectar a muchas áreas de la vida: familia, amistades, pareja…
Por último, el síntoma que te puede estancar en tu carrera profesional, es la evitación.
Evitar cambiar de trabajo después de muchos años porque te dan miedo las consecuencias de los pensamientos que estás teniendo. Es natural evitar lo que nos da miedo, pero cuidado con que no sea un patrón de respuesta que estás teniendo en cada oportunidad de curro nuevo que te surge. Y más si al inicio te parecen buenas oportunidades.
Porque cada vez serás menos libre en tus decisiones. Si te encuentras en ese caso, te recomiendo usar el coaching laboral o atención psicológica para que te ayuden.
Miedo a arrepentirse de cambiar de empleo. ¿Me he equivocado al cambiar de trabajo?
¿Cómo sé si estoy haciendo bien al cambiar de trabajo? ¿Cómo sé que no me arrepentiré?
No lo puedes saber. Y eso hace que dé miedo cambiar de empleo. Depende de muchas cosas como para que puedas controlarlo todo.
Una forma, que va muy bien para tratar el miedo a arrepentirse de cambiar de trabajo, es preguntándote:
¿Poniéndome en el peor de los casos, podré soportarlo? ¿Qué es lo peor que puede pasar?
Si te quedas sin trabajo, ¿podrás soportarlo económicamente unos meses? Si no te sientes a gusto con los compañeros, ¿podrás soportar sentirte sola en los descansos por un tiempo?
Pensar en ello, hace que muchas veces sea menos grave de lo que parece al principio en nuestra mente. Y sobre todo alivia cuando te planteas un plan B, como todos los villanos de las películas. Así sentirás que puedes controlar parte de la situación.
Otra cosa que me ha servido mucho al tomar decisiones importantes es preguntarme:
¿Escoges desde el miedo o desde la alegría?
¿Te quedas en tu antiguo puesto por el miedo a cambiar de trabajo y que el nuevo sea peor? ¿o es por seguir disfrutando con tus compañeros?
¿Escoges el nuevo trabajo por si no te surge otra oportunidad igual en el futuro? ¿o es porque sientes algo de ilusión en ese puesto que te han ofrecido?
Son ejemplos. Pero ya verás como cambia tu punto de vista para tomar la decisión.
¿Cómo saber cuándo cambiar de trabajo? Necesidad de cambiar de trabajo
Cuando estés harto. No, es broma.
Bueno tampoco tan broma. Estar harto o “quemado” es un claro factor de que ese ya no es tu lugar y de que ha llegado la hora de cambiar de trabajo.
Ten en cuenta los siguientes motivos que puedes haber pasado por alto o que hace tiempo que te rondan por la cabeza y te tienen intranquilo.
- Consideras que te estás mal pagado o que haces más horas que el pakistaní del súper.
- No estás de acuerdo con los valores de tu empresa.
- Sientes estrés porque colapsas con tantas tareas diarias y te faltan 2 brazos más y una cabeza extra.
- No creces profesionalmente y miras el reloj cada 7 minutos porque te aburres de hacer lo mismo.
- La empresa te trata mal a ti o a tus compañeros. Os amenazan con despedir, os guían a gritos, te pagan tarde o no te pagan todo, etc.
- Tienes mala relación con tus compañeros. Eso puede amargarte las horas y es importante empezar a pensar en cambiar de trabajo.
Intenta “pesar” en tu mente cualquiera de estos motivos y si te compensa seguir aguantando en la misma situación. Si no, ha llegado el momento de cambiar de trabajo.
Quizás te interesa leer sobre como responder en las entrevistas a la pregunta ¿Por qué quieres cambiar de trabajo?
Tengo miedo a cambiar de trabajo: ¿Se supera? ¿Cómo lo gestiono? ¿cómo perder el miedo?
Las personas no podemos cambiar nuestras emociones, pero si las acciones y pensamientos que activan esas emociones. Y lo mejor es que cada vez puede afectarte menos el miedo a cambiar de trabajo. Que sea como un picorcillo molesto en vez de una herida en el estómago.
¿Cómo? Así.
- Dedica tiempo cada día a hacer cosas que te hagan sentir bien.
Leer, darte una ducha, salir a pasear. Actividades que te dan energía y que disfrutas por el simple hecho de hacerlas.
Es importante que lo hagas, porque te ayudará a tener momentos de disfrute, a desconectar y a mimarte. Con lo que estarás trabajando la autoestima y la confianza en ti mismo.
- No hagas muchos cambios de golpe.
Porque puede abrumarte. No es lo mismo cambiar de trabajo, que cambiar de trabajo y de ciudad a la vez, tener a la familia lejos, cambiar de casa, etc. A mayor es el cambio más miedo puede darnos y paralizarnos.
Lo ideal es que mantengas aquellas rutinas que sean posibles y que hagas cambios progresivos.
- Ten un plan en tu mente.
Es una buena manera de prepararte para el cambio y que te dé menos miedo. Los cambios son para mejorar, pero también es importante valorar el riesgo que puede haber. Piensa sobre ellos y comparte tus preocupaciones con personas de tu entorno. Te ayudará a sacar la tensión y a ver las cosas desde otra perspectiva solo por contarlo.
- Resta importancia a los pensamientos de miedo a cambiar de trabajo.
Cuando tengas pensamientos negativos de miedo a cambiar de empleo, sé consciente de ellos y acto seguido busca pensar en otra cosa que te guste. O distráete. Así les restas importancia, pero a la vez aceptas tu miedo y lo canalizas. Porque si tratas de sacar esos pensamientos a la fuerza, mayor importancia les estarás dando.
No es fácil hacer esto y menos al principio. Verás que con la práctica te costará cada vez menos.
Y, sobre todo, piensa que nada es para siempre, que el miedo igual que llega se va. Él solo.
- Todo cambio de trabajo tiene una adaptación
Todo el mundo pasa por ahí, por mucha ilusión y alegría que le dé el nuevo trabajo. Siempre hay un proceso de adaptación, aunque algunas personas pasen más rápido por él, digamos que es una especie de duelo por cambio de trabajo.
Te recomiendo que tengas en cuenta que durante unas 4-12 semanas puedes sentirte extraño en ese nuevo lugar. Pero a medida que conozcas tus funciones, programas informáticos, jefes, compañeros o incluso los caminos para moverte por el edificio, esa sensación pasará.
Intenta darte un tiempo y ves familiarizándote con tu nuevo trabajo, así lo desconocido pasará a ser conocido y adiós al miedo que esperimentas al cambiar.
Autora: Noemí Molins
2 comentarios
Me encanto muchas gracias
Nos alegramos, gracias por tu comentario Edwin