Mantener el trabajo es clave en nuestras carreras profesionales. En los últimos tiempos, se han originado nuevas dinámicas en el mercado laboral, que dejan sin recursos a gran parte de las personas empleadas para reconvertir su carrera.
Un hecho que causa un temor más que comprensible a perder el trabajo, el miedo a perder el trabajo es una de las grandes preocupaciones de muchos profesionales
El miedo a quedarse desempleado/a no permite ver las oportunidades y las distintas alternativas que aparecen en esta tesitura.
Para reducir esta incertidumbre, existen acciones que tú puedes llevar a cabo para mantener tu puesto de trabajo a lo largo del tiempo.
¿Quieres conocerlas? En el siguiente post, te lo contamos.
La conexión con la cultura y los valores de la empresa.
Hablamos de cultura corporativa cuando nos referimos a la identidad de una organización.
Todas las empresas, independientemente de su tamaño o características, se rigen por una serie de elementos que conforman esa identidad y facilitan la cohesión entre sus miembros.
Dentro de la cultura organizacional hay aspectos que definen su filosofía y concretan objetivos. Esto favorece a desarrollar un determinado ambiente social y psicológico en su entorno.
La cultura corporativa es considerada un gran activo, pues genera un impacto positivo entre las personas que lo integran, aumentando su rendimiento y alcance de objetivos.
Los pilares que fundamentan la cultura de una empresa son:
- Su Misión: es lo que define su razón de ser y propósito. Se identifica con cuál es la función que desempeña en la sociedad.
- Su Visión, es hacia dónde se dirige la empresa. Alude a la proyección de futuro, en la que establece sus metas y logros.
- Sus Valores, son las creencias y principios en los que se cimentan las decisiones y procedimientos corporativos. Responden a la pregunta de ¿en qué creemos?
Los objetivos alineados y las expectativas profesionales.
¿Has sentido alguna vez que tus objetivos profesionales no están conectados con los de tu empresa? ¿Te suele costar encajar las decisiones corporativas? ¿Has perdido la motivación por tu trabajo?
Si tu respuesta es afirmativa, seguramente tus objetivos y expectativas profesionales no estén alineados con los de tu empresa.
El riesgo que se deriva de este desajuste es una incompatibilidad que puede desembocar en el descontento, y en una salida voluntaria o involuntaria de la organización.
La alineación estratégica de los objetivos es la conexión de las personas empleadas con la cultura organizacional de su empresa. Esta unión tácita ayuda a que los intereses confluyan en una misma dirección. Así, una organización centraliza todos sus esfuerzos para que, explícita o implícitamente, se alcance un objetivo común.
La combinación de intereses hace que la persona realice un trabajo más significativo y coherente.
Todas las personas tenemos deseos, sueños y metas profesionales.
Para integrarte en el contexto de una empresa, es importante que elabores una buena estrategia, con tus objetivos bien definidos y coherentes con la cultura de empresa.
En definitiva, trata de hacer congruente la variedad de intereses, sin desvincularte de los tuyos propios.
Cuando planifiques acciones desde estas nuevas coordenadas, verás que tu trabajo tomará un sentido más real y auténtico para ti.
Las relaciones en el ámbito profesional.
Las relaciones profesionales son nexos necesarios para el buen desarrollo de un trabajo. Establecerlos adecuadamente, te va a facilitar sincronizarte mejor con tu empresa.
Saber trabajar en equipo.
Un equipo de personas formado por distintos profesionales es capaz de sumar habilidades, conocimientos y el expertise suficiente, como para incrementar el éxito de los proyectos corporativos.
El trabajo en equipo se ha convertido en una competencia altamente demandada en las organizaciones. Pero, ¿En qué consiste exactamente saber trabajar en equipo?
Consiste en:
- Saber comunicar eficazmente.
- Compartir ideas, inquietudes y problemas.
- Alinearte con los objetivos y decisiones del equipo.
- Coordinarte y complementarse con el resto del equipo.
- Buscar un sentido de pertenencia y compromiso.
- Transmitir confianza y entusiasmo.
- Asumir responsabilidades compartidas.
- Adaptarse y flexibilizar.
Establecer relaciones fluidas con tus superiores.
Un ambiente laboral sano y fluido implica cultivar tus relaciones profesionales, especialmente los vínculos con tus superiores.
El trato con ellos/as debe ser de constante amabilidad y corrección. Tienes que saber crear un vínculo cercano, pero sin caer en el exceso de confianza. Sé honesto/a y trata de generar un clima de confianza.
Y puedes aprovechar esa buena sintonía con tus superiores para pedirles un ‘feedback’ de tu desempeño. (cómo dar feedback en el trabajo)
La evaluación de desempeño es un sistema que permite valorar y medir el grado de cumplimiento de las personas empleadas y de su productividad (cómo ser más productivo). Constan de técnicas cuantitativas o cualitativas, cuyo fin es ayudar a crear estrategias de mejora de las personas trabajadoras.
Sus resultados miden tu experiencia, rendimiento (en términos de productividad), así como tus habilidades y actitudes personales.
El feedback que te dé tu responsable te facilitará identificar tus áreas de mejora y debilidades. Así, podrás poner foco en planificar mejoras en tu carrera profesional.
Lo recomendable es que este feedback lo pidas en el momento en que ya tengas una trayectoria más o menos consolidada, con resultados tangibles. También, es aconsejable que lo solicites a un/a superior, cuyo criterio sea objetivo y con datos suficientes para hacer la evaluación.
Creando un clima laboral favorable.
El clima laboral es el ambiente que se respira en tu espacio de trabajo. Un mal o buen ambiente de trabajo incide directamente en nuestro comportamiento y rendimiento profesional.
El buen ambiente laboral está condicionado por distintos factores, algunos no dependerán de ti, como el espacio de trabajo, condiciones laborales y estilos de liderazgo. Otros, en cambio, estarán bajo tu control, como es tu capacidad de generar confianza, ser honesto/a, el compañerismo y cordialidad con el resto de personas, la positividad y entusiasmo.
Existen elementos nocivos que promueven ambientes laborales tóxicos, como la falta de compañerismo, una mala comunicación, entrar en el juego de los divulgar chismes y cotilleos, competir deslealmente, provocar conflictos entre compañeros/as, la falta autodominio emocional, las emociones negativas no canalizadas, no saber gestionar los problemas…
El Presentismo y absentismo laboral.
El Presentismo y Absentismo laboral supone en las empresas grandes pérdidas económicas y de capital humano.
El Presentismo laboral se da cuando una persona empleada no es productiva en su puesto de trabajo. Y deja de serlo porque parte de su jornada de trabajo la dedica a tareas que no tienen que ver con su trabajo, descuidando su desempeño profesional.
El absentismo laboral se produce cuando el empleado/a se ausenta parcial o total de su puesto y funciones, ya sea de manera justificada o no. Si la ausencia es muy elevada, afecta a también a equipos de trabajo y a la productividad de las empresas.
Entre las causas más frecuentes del absentismo y presentismo se encuentra la desmotivación, la sobrecarga de trabajo, un ambiente laboral tóxico…
Si quieres evitar caer en estas situaciones, haz un análisis de tu nivel de motivación y comprueba si tus objetivos están alineados.
Recuerda, también, que el aprendizaje continuo de diversas técnicas de productividad personal y gestión del tiempo, te van dotar de habilidades para un rendimiento óptimo.
Lo que te hace ser imprescindible: la Excelencia profesional.
Se suele decir que nadie es imprescindible. Tal vez sea así. La realidad es que existen perfiles profesionales que están muy solicitados en el mercado. Difícilmente encontrarás a estos profesionales en las listas del paro. ¿Quieres saber por qué? ¿Qué les hace diferentes?
Las competencias clave que te hacen eficaz y eficiente.
A continuación, te describimos las competencias “tops” que te harán ser más eficaz y eficiente. Lo que toda empresa busca es:
- Que seas capaz de gestionar los conflictos interpersonales, llevándolos a buen puerto y que no sean obstáculo para el cumplimiento de los objetivos.
- Que seas proactivo/a, que tengas iniciativa y tomes decisiones de manera autónoma.
- Que te adaptes a los cambios con rapidez y lo hagas de modo flexible.
- Que encuentres soluciones a los problemas o ante una situación nueva.
- Que uses tu creatividad, que aportes ideas con valor.
- Que proceses la información con capacidad analítica y de síntesis.
- Que seas capaz de expresar ideas o información oralmente.
- Que siempre estés en disposición de superar nuevos retos.
- Que apoyes y alientes a tu equipo de trabajo.
Vales lo que aportas: Construyendo tu valor diferencial.
Cada día, más empresas se animan a fundar una red de trabajadores/as que les haga destacar y diferenciarse de otras empresas. Les es útil porque les ayuda a acentuar su prestigio como empresa.
Detectar tu valor diferencial o marca personal hará que seas uno de esos profesionales, que no solamente hacen su trabajo, sino que lo hacen de manera excelente y, además, conectando con los valores de tu organización.
En algunas compañías se nombran embajadores/as de empresa a empleados/as que personifiquen la identidad corporativa y que sirvan de atracción de clientes potenciales.
Asegurando tu futuro: Las oportunidades laborales y la promoción profesional.
La promoción profesional es progresar en tu carrera profesional. Conlleva alcanzar objetivos profesionales, aprovechando las nuevas oportunidades de trabajo. Es asumir retos y desafíos.
Si tienes claro cuáles son tus metas y, estratégicamente, sabes cómo lograrlos, sin duda, la promoción te permitirá evolucionar profesionalmente.
La promoción profesional evita la mediocridad profesional. Además fomenta el aprendizaje continuo y la reinvención profesional permanente.
En definitiva, contribuye a la insatisfacción y estancamiento profesional.
- El Upskilling es la formación adicional para perfeccionar las competencias de un/a empleada/o en su puesto actual.
- El Reskilling supone un aprendizaje de competencias para desempeñar un rol o función distinta al que tenía previamente.
Cómo establecer límites en el trabajo: La habilidad de negociar.
Negociar es la habilidad que te capacita para conseguir lo que deseas. En general, se suele evitar pues resulta para algunos/as embarazoso y desconocen cómo hacerlo.
No tener un salario o condiciones laborales como te gustaría provoca a la larga insatisfacción laboral.
En algún momento de tu trayectoria profesional tendrás que abordar cómo obtener unas condiciones laborales consensuadas y beneficiosas para ti. Cuando dos partes están satisfechas, las relaciones laborales se consolidan mejor y tienen más viabilidad en el futuro.
Para este fin, tendrás que aprender a expresar con asertividad lo que quieres y lo que no.
Aquí te dejamos unos “tips” de cómo plantear una buena negociación:
- Piensa siempre en el win to win o yo gano y tú ganas. Entiende lo que quiere la otra parte: también desean un beneficio.
- Muestra interés por llegar a un acuerdo, no te cierres en una única salida.
- Preparar una estrategia de cómo plantearlo e incluye que en ella lo qué ganan ellos.
- Define al máximo los objetivos que persigues y prevé sus resultados.
- Busca el momento más adecuado para plantear tus peticiones.
- Practica la escucha activa, mantén la calma y escucha a la otra parte hasta el final.
- Ten preparada una alternativa, un plan B.
- Practica el autodominio, controla tus emociones.
- Sé flexible y adáptate a los intereses del otro.
- Contextualiza y argumenta tu petición. Así tendrán una perspectiva más amplia de lo que quieres.
No todo depende de nosotros/as. Está claro. Pero un margen de maniobra para conseguir lo que queremos, sí que tenemos. Los factores externos no los podemos controlar, pero nuestro nivel de excelencia profesional sí.
Y eso es lo que te posiciona en el lugar que quieres.
Cuando hablamos de mantener niveles altos empleabilidad solemos olvidar hablar de la empleabilidad que afecta a la empresa en la que ya estamos, en este artículo damos relevancia a la empleabilidad dentro de tu empresa como un factor clave no sólo para mantener el trabajo, sino para promocionar internamente.