Ocurre con frecuencia y, en mitad de la carrera profesional, que más de una persona se plantea cambiar de trabajo a sus 40 años. Entrada en la etapa de madurez personal, surge una especie de crisis existencial.
Los viejos paradigmas en los que construiste tu vida profesional y laboral han dejado de satisfacerte y desconoces la razón. Tal vez sea por el desgaste profesional, los años de experiencias frustrantes acumuladas o el mismo desencanto vital. Has dejado de tener entusiasmo por tu trabajo y su rutina diaria.
La buena noticia es que cambiar de trabajo es posible a los 40, y prácticamente, a cualquier edad. Si eres de esas personas en plena crisis de madurez y necesitas un cambio, pero no sabes cómo hacerlo, o te da miedo intentarlo, en nuestro siguiente post, te explicamos cómo.
¿Qué tiene de especial cambiar de trabajo con 40 años?
Los 40 años marcan una barrera en el plano existencial de una persona. Se produce un antes y un después. Generalmente, en torno a esa edad, se dan una serie de cambios físicos y psicológicos. Es habitual que sientas malestar emocional. También, que te cuestiones tus propios valores y creencias, y que mires con cierto recelo a tu estilo de vida de siempre.
La tristeza e inquietud son síntomas muy comunes, casi siempre, transitorios. Pero no hay que alarmarse. Es consecuencia de un cambio evolutivo. Si has entrado en esa etapa, existen remedios para superarlo.
No es casualidad que en esta fase sientas una necesidad imperiosa de cambios profundos en tu vida, como cambiar de trabajo o dar un nuevo giro a tu carrera profesional.
La madurez de los 40, no es la de los 20 ó los 30. En la etapa, ya has asumido responsabilidades. Has respondido como se esperaba de ti, a las exigencias de tu entorno social y familiar. Ahora, tu perspectiva de vida ha cambiado. Es mucho más amplia y, quizás, te has vuelto más reflexivo/a.
Simplemente, ya eres capaz de hacer un balance de tus decisiones pasadas y de sopesarlas con cierta madurez.
¿Te suena todo esto?
Cambiar de trabajo a tu edad tiene un tono distinto que cuando eras más joven. Tus motivaciones han variado. Tal vez, busques una autorrealización mayor, que dé sentido a todo lo vivido. Seguramente desees tomar una nueva dirección, que colme tus insatisfacciones y te devuelva la ilusión por seguir proyectándote profesionalmente.
Para ti, las cosas han cobrado otra importancia y lo que tienes, ya no te sirve. Has entrado en un período de insatisfacción personal. No sabes muy bien por qué, pero no eres feliz en el trabajo. Tienes claro que necesitas dar un salto y vivir una etapa profesional distinta, que te rete y te acerque a otro tipo de estímulos.
Si te sientes identificado/a con lo anterior, es hora de que te formules estas preguntas: ¿Estás dónde realmente quieres estar? ¿Estás haciendo lo que deseas hacer? ¿Estás rodeado de las personas con las que te gustaría estar?
Si tu respuesta en negativa o dudas al contestar, sospecha que tu insatisfacción profesional es más que una mala racha.
Esta etapa es especial porque es la cumbre para crear ideas y proyectos más sólidos, que te permiten explorar posibilidades profesionales a un nivel más profundo.
Crisis de los 40 y reinvención profesional
La reinvención profesional es una de las respuestas adaptativas ante un período de crisis existencial. En psicología, se definen las crisis como momentos cruciales de la vida, donde algunos aspectos psicológicos de nuestra persona entran en conflicto, porque necesitan crecer y evolucionar. Y si no encuentran cómo hacerlo, entonces provocan mucha molestia. Es un mecanismo natural de tu mente, que te dice que algo no va bien y llama tu atención para que busques una solución.
Una crisis a los 40, también puede estar provocada o reforzada por otros factores externos, como una pérdida forzada de empleo, una ruptura sentimental o una enfermedad, por decir algunos ejemplos. Este tipo de experiencias nos suelen poner a prueba, porque tocan los cimientos de nuestra vida.
Morir o reinventarse en lo profesional, esa es la cuestión. Las salidas que nos quedan ante una crisis laboral son, o estancarte y convivir con una incomodidad perpetua, o aventurarte y permitir un cambio que redefina tu proyecto profesional. Por supuesto, cualquier cambio, aunque sea para bien, puede suponer una molestia, pero, de otro tipo y casi siempre, transitoria.
La reinvención es reconvertir algo que ya no sirve en otra cosa distinta y mucho más funcional. Partiendo de tus habilidades y experiencia, tú puedes crear otra versión distinta de ti, más adaptada a la circunstancias y conectada con las nuevas necesidades de tu yo. El resultado que obtengas será un nuevo perfil profesional, readaptado y completamente optimizado.
Volver a estudiar. Reciclarse a los 40 años
Algo indiscutible en todo proceso de cambio profesional es el reciclado. La revisión de tu bagaje formativo y laboral implica conocer qué aspectos de tu perfil necesitas mejorar. A estas alturas de tu trayectoria profesional, sabrás mucho de tu campo, pero si no has cuidado la actualización de tus conocimientos y habilidades, te faltarán las herramientas para lanzarte a una nueva aventura profesional.
Los perfiles séniors, es decir, los que tienen más de 5 años de experiencia en un puesto, corren el riesgo de quedarse obsoletos. La estabilidad laboral y la comodidad de tener un trabajo a largo plazo, tiene sus contraindicaciones.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta una persona con más de 40 años al querer cambiar de trabajo es que su perfil ha dejado de ser competitivo en el mercado. Si lo que deseas es un cambio para mejorar tu carrera, esto entraña una dificultad añadida.
Después de revisar tu currículum, elabora un DAFO (debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) y detecta qué necesidades formativas tienes. No te quedes solo en las cuestiones técnicas, haz una valoración global de las competencias o soft Skills más demandadas en el mercado para tu perfil. Tal vez necesites mejorar o reforzar otras habilidades. Las nuevas generaciones de profesionales son muy competitivas.
En realidad, en cualquier momento de tu vida laboral, vas a requerir formación. Volver a estudiar es un ingrediente esencial para impulsar tu carrera y mantener un buen nivel de empleabilidad. Existen innumerables cursos, online o presenciales, que podrás cursar con cierta facilidad. Identificar cuáles te van acercar a tu objetivo laboral será clave para reconvertir tu carrera.
¿Qué pasos deberías seguir para cambiar de trabajo a los 40 años?
Averigua quién eres.
Profesionalmente hablando, ¿Qué has construido hasta ahora? Echa una mirada al pasado y analiza cómo has llegado hasta aquí. Escribe una pequeña biografía de tu trayectoria profesional, que te permita entender las motivaciones y prioridades que te movieron. ¿Se ajustan a tus necesidades actuales? ¿En qué cosas has cambiado? Piensa en lo que realmente te gusta hacer y se te da bien, y en qué entorno laboral te gustaría trabajar.
Conoce tus miedos.
Tus temores van a condicionar tus decisiones. Los miedos pueden ser bloqueadores o pueden ser obstáculo alcanzar metas. Tienes miedo, ¿al fracaso? ¿A equivocarte de camino? ¿A la opinión de tu familia o amistades? ¿A sentir que no serás capaz de hacerlo? ¿A no tener apoyos? en definitiva ¿tienes miedo a cambiar de trabajo?
Ten claro hacia dónde quieres ir.
¿Qué significa para ti ser feliz? ¿Cómo definirías el éxito profesional? Imagina un día ideal, en el trabajo perfecto, ¿Cómo te ves? Exacto, eso será tu nueva visión de vida y hacia dónde deberías poner el foco y tu esfuerzo.
Mide el riesgo que estás dispuesto/a asumir.
Es importante conocer tus límites o puntos débiles y si estás preparado/a para este cambio. Evalúa todos los riesgos. ¿Te compensa el cambio? ¿Necesitas un cambio de puesto de trabajo o reconvertir completamente tu carrera? ¿Prefieres probar en otro sector profesional? ¿Quieres arriesgarte a emprender? Una herramienta muy eficaz para evaluar los pros y contras de cada decisión es el DAFO. También te será útil para minimizar el impacto del riesgo y conocer con qué fortalezas contarás.
Establece objetivos.
Si sabes a dónde quieres ir, te será más sencillo identificar las metas a las que aspiras. Deberán ser medibles en el tiempo, realistas y alcanzables. Comprométete 100% con tu nuevo proyecto profesional, para obtener los resultados deseables.
Planifica un plan de acción.
Que te permita organizar tu búsqueda de empleo. Planear con antelación te ayudará a establecer fases, marcar tiempos y hacer seguimientos a tus progresos. La acción estratégica se anticipa en el tiempo y te ayudará a no perderte en el camino.
Identifica tu marca personal.
A tu edad y con tu experiencia, es seguro que hayas desarrollado muchas cualidades personales y talento, aunque no lo sepas. Es una gran ventaja que dispongas de esa mochila, porque además cuentas con madurez para saber aprovecharla. Tu marca personal o personal Branding es la imagen que las demás personas tendrán de ti, que te identifica y te hace especial en aquello en lo que desatacas. Definirla aportará a tu currículum un valor, con el difícilmente se podrá competir.
Moviliza y amplía tus contactos.
Una de las claves para agilizar un cambio profesional es el número y calidad de contactos que dispongas. El Networking es la red de relaciones profesionales y personales que te van facilitar información o un contacto directo con un puesto de trabajo. Con una edad madura, es posible que hayas conseguido acumular un número interesante a lo largo de los años. Es el momento de movilizar tus contactos, de activar llamadas, de hablar y charlar con esas personas y, como no, para iniciar otras nuevas relaciones.
7 Consejos para ayudarte a cambiar de empleo a los 40
Para finalizar, te proponemos unos consejos para facilitarte cambiar de empleo:
- Demuestra que no eres un estereotipo. Recuerda, tu experiencia y la variedad de habilidades son un plus en el mercado laboral. Ese es tu Knowhow.
- Crea rutinas y hábitos que te ayuden a sostener tu plan de acción. Vas a tener que ser muy perseverante.
- Si te reinventas en otro campo laboral, selecciona aquellos sectores del mercado que involucren profesiones con mayor demanda, y que sean acordes con tus competencias y experiencia.
- Trabaja a fondo tus habilidades personales como la positividad y alta tolerancia a la frustración. Cualquier proyecto hará aguas si no mantienes firme la mente ante las adversidades.
- Comparte tu idea de cambiar de trabajo con tu entorno, pareja, familia o amistades. Encuentra su apoyo, escucha sus consejos, pero sólo los constructivos y los que amplíen tu horizonte. Evita rodearte de gente negativa y “tóxica”.
- Haz un presupuesto económico de lo que te va a suponer este cambio. Incluye tus ahorros, otros ingresos, indemnización o acuerdo con la empresa. Infórmate sobre las cuantías de prestación por desempleo, los subsidios o cualquier tipo de ayuda para el emprendimiento.
- Invierte en tu formación y asesoramiento. La consultoría de carrera te brinda asesoramiento de personas expertas en el campo de búsqueda de empleo y desarrollo de carrera. Los servicios de un Career Advisor te ofrecen un acompañamiento completamente personalizado.
Autora: Amalia Zarcero Gallego