Esta semana he intercambiado un par de mail con un profesional que lleva 5 años en paro y con una situación familiar muy dura. Su forma de expresarse transmitía rabia, impotencia, resentimiento y un montón de sentimientos negativos que me hizo pensar como todas estas emociones estaban generando una actitud y un comportamiento que alimenta su situación, le perjudica en su búsqueda de empleo y en todos los aspectos de su vida. Por ese motivo decidí escribir este artículo.
¿Qué es la Actitud?
Es la manera de actuar ante una determinada situación, es decir, es una predisposición aprendida a través de la experiencia que motiva e influye en nuestra conducta. La actitud es lo que nos impulsa a hacer algo de una forma concreta.
¿Has oído hablar de la Profecía Autocumplida?
A ver si me sé explicar. La teoría de la profecía autocumplida afirma que la creencia falsa o no de que ocurra algo ante una situación, predispone y motiva un comportamiento que provoca que el falso supuesto ocurra realmente. Voy a dar algunos ejemplos para que se entienda mejor:
“El padre que le dice a su hijo, no corras tanto que todavía no sabes montar bien en bici y te vas a caer” y efectivamente el hijo pierde la concentración y la seguridad y se cae”
“Voy a suspender el examen porque el profesor me tiene manía” Como parto de este supuesto no estoy motivado a estudiar, por lo tanto no seré respetuoso con el profesor, dejará de gustarme la asignatura, no estudiaré esa asignatura. Consecuencia, suspenderé el examen.
La parte buena, es que también funciona al revés, las creencias y expectativas positivas influyen en que la forma de actuar trabaje para que estas se cumplan.
En la búsqueda de empleo también se da este hecho, no somos conscientes de que muchas creencias, emociones y actitudes pueden estar jugando en nuestra contra a la hora de buscar trabajo. Es muy importante que identifiques las emociones, sentimientos, actitudes negativas (como las que a continuación menciono), que te están perjudicando, para corregirlas e invertirlas:
Victimismo y búsqueda de empleo
Es la creencia de que somos víctimas de lo que nos pasa, culpamos de nuestra situación a agentes externos, es una deformación negativa y pesimista de la realidad (la situación actual no es buena, pero no es catastrófica, oportunidades hay), la persona se refugia en el lamento y la queja, la queja no sirve de mucho, con la queja normalmente buscamos comprensión, consuelo y desahogo, pero esto no va a solucionar el problema, es una medida que consuela en muy corto plazo, limitando o impidiendo cualquier tipo de acción o responsabilidad, esto me lleva al punto siguiente.
Pero antes de pasar al siguiente punto quiero que conozcas un ejercicio muy bueno para reducir nuestros niveles de quejas. Es un ejercicio muy práctico para acostumbrar a nuestro cerebro a quejarse menos, consiste en estar 21 días seguidos sin quejarse, si te pillas a ti mismo quejándote por algo tienes que empezar de nuevo. Yo he intentado hacer este ejercicio, y siendo sincero no he conseguido llegar a los 21 días, es muy complicado, estamos tan acostumbrados a quejarnos que lo hacemos inconscientemente, pero sólo con intentarlo de verdad, poniendo nuestra consciencia en ello ya ganaremos en salud mental, así que te animo a que hagas este ejercicio durante una semana y dejes un comentario tu experiencia.
No asumir la responsabilidad de nuestra situación.
¿Qué es la responsabilidad? Es la capacidad de las personas para responder a una obligación o a las consecuencias de sus actos, sin depender de nadie. La situación es la que es, pero unas personas salen adelante y otras no, ¿por qué?
Al posicionarnos como víctimas y culpar de nuestra situación a factores externos como la crisis, el gobierno, los empresarios, la globalización, etc., nos eximimos a nosotros mismos de la responsabilidad de cambiar nuestra situación porque al situar el problema fuera de nosotros colocamos también la solución fuera de nuestro alcance.
Esto nos lleva al siguiente punto, la autoestima baja.
Baja autoestima y búsqueda de empleo
Si consideramos la autoestima como el concepto que tenemos de nosotros mismos, la forma de valorarnos en función de las experiencias que vamos acumulando. Si en los últimos años nuestras experiencias son negativas, es muy fácil que nuestro autoconcepto lo sea también. Es importante que te des cuenta que aunque las experiencias de los últimos tiempos no hayan sido todo lo positivas que te hubiera gustado no significa que tú no seas igual de válido y profesional que en épocas anteriores.
Las personas que tienen una autoestima elevada son responsables de su propia vida y toman un rol activo y no pasivo ante las dificultades. Se centran en buscar soluciones en lugar de culparse o esperar a que alguien arregle sus problemas.
Algunos consejos para aumentar la autoestima:
- No generalizar la malas experiencias, es importante ser consciente de que cometer errores no convierte a nadie en un fracasado, fallar en algo no significa que todo sea un desastre.
- Centrarse en lo positivo. Recopila todos los momentos buenos, los logros y éxitos de los que te sientas satisfecho.
- No te compares con nadie. ¿Te has dado cuenta que cuando te comparas con alguien lo que enfrentas es tu yo intimo con la parte mínima y superficial que ves de los otros?.
- Pon empeño en mejorar cada día. Prueba cosas nuevas.
Autocrítica negativa.
Cuando nuestra autoestima está baja es frecuente que nos castiguemos a nosotros mismos con reproches y críticas que destruyen la confianza y la seguridad en uno mismo.
Estate muy atento al lenguaje que usas contigo mismo. El lenguaje condiciona nuestro pensamiento y nuestro pensamiento nuestras acciones y nuestras acciones lo que somos. Si una persona continuamente se dice a sí mismo “eres un inútil, no vales para nada” al final se lo acabará creyendo y por lo tanto actuando como tal y convirtiéndose en eso, cayendo en un círculo vicioso.
Si un amigo o un familiar te dice, “eres un incompetente y todo te sale mal”, qué haces, ¡le mandarías a “tomar fanta”!, si a otra persona no le consentirías que hable así de ti, ¿por qué a veces lo hacemos con nosotros mismos?
¿Qué puedes hacer ante esto?
- Toma consciencia de qué te dices a ti mismo y cómo te lo dices.
- Revisa el sistema de creencias. Sistema creencias: afirmaciones que damos por verdaderas y que ni siquiera llegamos a cuestionarnos si lo son realmente o no. Ej.: “A partir de los 55 años no te contrata nadie”. Otro ejemplo: “no soy constante para aprender inglés”, “no me gustan los ordenadores”.
- Mejora la comunicación contigo mismo. Respétate, trátate con cariño.
- Sé más tolerante con tus errores, asúmelos y sigue adelante.
Conformismo-resignación.
Nos resignamos a vivir la situación que nos toca como si no fuese reversible, no creemos posible una solución y aceptamos nuestro destino con resignación. Esto nos lleva al siguiente punto.
Pasividad-apatía-desmotivación en la búsqueda de empleo
Como consecuencia de toda esta tormenta de emociones y experiencias negativas la esperanza y la voluntad se debilitan, nos sentimos cansados, aburridos y tristes, perdemos el interés ante la falta de resultados, dejamos de hacer cosas volviéndonos cada vez más pasivos y apáticos. Ponemos nuestras esperanzas en terceros, esperamos a que la situación cambie, que pase la tormenta, que alguien solucione el problema, sin darnos cuenta que nadie va a solucionarnos la vida, toda solución empieza y acaba en uno mismo.
Consejos:
- Organízate y planifica el día.
- Evalúa resultados.
- Cambia de hábitos. Incorpora nuevos hábitos en tu búsqueda de empleo
- Vigila tu dialogo interior.
- Planifica descansos.
- Disfruta de la familia y del ocio.
- Ejercicio físico.
- Cuida tu apariencia.
Rutina-Monotonía.
Mantenemos inútilmente unas rutinas cómodas y, en muchos casos, ineficaces a las que nos hemos acostumbrado, porque no encontramos motivo para intentar algo nuevo. Nos cuesta salir del día a día, de la previsibilidad y lo fácil.
Procrastinación en la búsqueda de empleo
Procrastinar es posponer, retrasar innecesariamente algo, puede ser una decisión o una actividad. Cuántas veces sabemos que debemos tomar una decisión pero lo posponemos porque es difícil de afrontar o supone arriesgar y salir de la zona conocida. Cuántas veces vamos dejando para el último momento tareas complejas o que no nos gustan, ¿por qué no hacer esa llamada a ese amigo con el que hace tiempo que no hablas para pedirle ayuda?, o ¿por qué no vas a entregar tu currículum en mano al taller de tu barrio? ¿Por qué no programas una hora diaria para aprender inglés?
Consejos:
- Debes conocer cuál es tu ritmo vital. A qué horas eres más activo, estás más concentrado y a qué horas lo estás menos.
- Programa tus tareas y hazlo en función del ritmo vital.
- No te centres en la parte negativa de las tareas que más te cuestan, piensa en los beneficios en los resultados.
- Sigue una rutina productiva para buscar trabajo.
- No te pongas excusas.
- Cueste lo que cueste hazlo, empieza.
Simplificar el problema.
Ante la pregunta ¿por qué no encuentro trabajo? Es muy fácil decir “la crisis”, la crisis afecta pero ese no es el único problema, hay muchas más variables que influyen, unas externas y otras propias, al fin y al cabo nuestro grado de empleabilidad es sólo responsabilidad nuestra.
Creerse con derecho a…
Cuántas veces has escuchado “tal generación es la mejor preparada de la historia” o “es que he estudiado 2 carreras y un master” o “es que yo tengo 30 años de experiencia”, y nos creemos con el derecho de exigir, las oportunidades no llegan por que pertenezcas a la generación más preparada de la historia, ni porque hayas estudiado dos carreras y un master, si lo que ofreces no está valorado como tu consideras, si lo que busca una empresa es un tío formado pero que después se haya pegado con todo para poner en práctica los conocimientos adquiridos, porque de nada sirve que hayas acumulado 30 años de experiencia en un puesto, si en realidad son 5 años repetidos y multiplicados por 6.
Humildad y autocrítica. No te ampares en lo que consideras justo, las cosas no funcionan así, la situación es lo que es, pero no hay que esperar justicia porque pensemos que tenemos un derecho adquirido.
Te animo a que practiques estar una semana seguida sin quejarte de nada, si te quejas de algo tienes que volver a empezar, ¡ya me contarás la experiencia!
8 comentarios
Wao! Que artículo tan bueno
Para leerlo y sobreleerlo a diaria vivo esos sentimientos que tengo que dejar atrás
Gracias por esto.
Saludos
Hola Idiana,
El tema de los sentimientos en la búsqueda de empleo da para mucho, me alegro de que te haya gustado, gracias
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Excelente artículo, mejor dicho imposible. Somos responsables enteramente de lo que pasa es nuestra vida, tenemos que dejar el victimismo y dejar de preocuparnos y mas bien ocuparnos. Yo hace un tiempo decía que buscaba trabajo porque enviaba 1 curriculum a la semana y obviamente ni me llamaban porque eso no es buscar trabajo. Luego cuando me di cuenta que me quería dedicar a los recursos humanos y no al derecho puse toda mi energía en eso y no solo es que busque trabajo en infojobs. Me muevo por Linkedin contacto directamente con los responsables de RRHH, cree un blog, voy a foros de recursos humanos, etc. Inmediatamente uno se da cuenta de como empiezan a llamarlo a uno para entrevistas y como uno va aprendiendo a demostrar lo que es y lo que vale. Yo soy extranjera y estoy aun mas en desventaja pero eso no me ha detenido y me he empezado a crear mi propia red de contactos. No te he digo que ya he conseguido trabajo pero he tenido muchas entrevistas y sé que estoy cerca de conseguirlo. Pero siendo de fuera si yo lo he logrado estoy segura que todos lo pueden lograr solo tienen que moverse y buscar otras maneras de buscar trabajo como dices en tu artículo. Por ultimo, intentaré hacer lo de 21 días sin quejarme suena divertido!
Saludos,
Keyla Rangel
Muchas gracias por aportar tu testimonio, Keyla. Con esa actitud estoy seguro de que pronto conseguirás trabajo.
Ya nos contarás cuando lo encuentres y también cómo te fue con los 21 días sin quejarse 😉
Un saludo
José
Muy interesante artículo. Al igual que tu comentas yo intenté estar 21 días sin quejarme. No lo conseguí, es una tarea difícil, pero mis intentos me han llevado a varias conclusiones que me parecen interesantes. Lo primero que aprendí es que nos quejamos una cantidad enorme de veces. Eso nos hace perder tiempo y ahondar el problema o el simple malestar. Al estar ojo avizor para no quejarme, ante una situación molesta al principio me quedaba un instante como parado y mordiendome la lengua, pero inconscientemente mi cerebro pasó directamente de la fase de malestar a la de búsqueda de solución y respuesta. Día a día fui notando como mi cabeza buscaba rápidamente una solución ante cada problema, pasando, por mi mismo y rápidamente, del malestar al alivió. A pesar de no lograr estar los 21 días os recomiendo el ejercicio.
Hola Javier,
Tienes toda la razón, aunque no se consigan los 21 días, el ejercicio tiene beneficios.
Gracias por compartir este valioso testimonio.
Buenos dias
Pasados por agua
Gracias
Por pensar en mi…..
Para todos a los que la mala leche empieza desde que se levantan hasta que se van a dormir.
Y nunca fueron asi.
Nadie se lo hubiese creido de el o ella años atras.
A morderse la lengua xavalines/nas….
Un saludo a todos y suerte.
Y si os gusto
El hombre de ojalata
La niña
Y el oso o no se que animal….
A juntarse todos y a recorrer la ciudad donde esteis, para solucionar el problema de…..
La mala leche a los 50…..
Feliz navidad……
Y….
Prospero Año Nuevo.
A todos.Y al señor de abajo, que ya veo que no es un robot….
Ni un software….
Ni un listillo…..
Ni un aburrido/da analista de datos
en una gran sala.
Hola Alfonso,
Estoy con bastante lío pero no me he olvidado de ti, en cuanto tenga tiempo de calidad me pongo en contacto contigo.
Gracias por comentar