Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), casi el 23% de las personas empleadas (o lo que es lo mismo, 743 millones o 1 de cada 5 individuos), han experimentado violencia y acoso en el trabajo.
Este tipo de violencia en el ámbito profesional es un fenómeno recurrente y persistente, y suele darse a nivel físico, psicológico o sexual.
En este punto hemos de recordar que todas las personas tienen derecho a un trabajo digno. Entendemos por dignidad en el trabajo cuando, bajo la propia libertad de elección, se realizan actividades productivas sin depender de ningún tipo de condicionamiento ni de diferencias étnicas, de sexo, de condición social o de cualquier otro tipo.
Así, es imprescindible que los individuos sean tratados con respeto y velar porque no exista ningún tipo de discriminación.
Por este motivo, resulta clave que las organizaciones salvaguarden la integridad física y psicológica de sus trabajadores y trabajadoras, diseñando planes de intervención específicos frente al acoso laboral, rechazando cualquier conducta considerada como acoso y adoptando las medidas pertinentes.
Destacar que en el contexto actual existe una mayor cultura de prevención en la empresa y la jurisprudencia relacionada con el fenómeno del acoso laboral aumenta cada año. Sin embargo, aún nos queda mucho camino por recorrer.
A través de este artículo, tenemos la oportunidad de facilitarte información importante sobre el “mobbing”, lo que podrá serte de gran ayuda. Pondremos el foco en prevenir este problema psicosocial en la empresa y facilitaremos distintos recursos de ayuda e intervención.
En primer lugar, abordaremos la definición completa de acoso laboral, posteriormente diferenciaremos distintos tipos de mobbing, y, por último, desarrollaremos de qué manera actuar frente al acoso laboral.
Acoso laboral o Mobbing: Qué es y qué no es
Según el INSST (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo), el acoso laboral se define como la exposición a conductas de violencia dirigidas de forma reiterada y prolongada en el tiempo, hacia una o más personas y por parte de otra -u otras- que actúan desde una posición de poder (no necesariamente jerárquica). Además, dicha exposición se enmarca en una relación laboral y supone un riesgo importante para la salud.
Por su parte, la Ley Orgánica 5/2010 del Código Penal, define que la conducta de acoso laboral aparece cuando existe hostigamiento psicológico u hostil en el marco de cualquier actividad laboral o funcionarial que humille al que lo sufre, imponiendo situaciones de grave ofensa a la dignidad.
En cualquier caso, el acoso laboral o mobbing es un conjunto de acciones graves que implican violencia psicológica, física o sexual, y que se realizan en el ámbito profesional de forma consciente, objetiva, abusiva, destructiva, recurrente y premeditada, con el objetivo de ofender a esa persona, intimidarla o humillarla y con un resultado lesivo.
Además, es muy importante que sepamos diferenciar qué no es el acoso laboral y que tratemos de no confundirlo con los conflictos laborales.
Los conflictos aislados suelen estar producidos porque una o más partes están en desacuerdo entre sí, no está clara la premeditación del daño ni la intencionalidad de la ofensa, suele haber igualdad o simetría de rol entre las partes implicadas y el estilo de comunicación tiende a no ser evasivo ni a ser boicoteado, sino más bien explícito y participativo.
Si tienes dudas respecto a este punto y te resulta complicado distinguir entre ambos conceptos (acoso laboral y conflicto laboral), te recomendamos que puedas contactar con un abogado especialista en mobbing (con el objetivo de asesorarte a nivel legal), y también con un profesional de la psicología sanitaria (para sentirte apoyado en este proceso y aprender nuevas estrategias para mejorar tu bienestar psicológico).
Tipos de acoso laboral
Existen diferentes tipos de acoso laboral según el nivel de relación existente entre víctima y acosador/a:
- Acoso laboral vertical descendente
Este tipo de acoso se da cuando el acosador tiene una posición de poder superior a la víctima (usualmente superior acosador/a y subordinado acosado/a).
- Acoso laboral horizontal
Por su parte, este tipo de acoso laboral ocurre cuando es ejercido por iguales en la misma posición de poder que la víctima (entre compañeros/as generalmente).
- Acoso laboral vertical ascendente
En cambio, este tipo de acoso se da cuando la persona acosadora tiene una posición de poder inferior a la víctima (fundamentalmente subordinado acosador/a y superior acosado/a).
- Acoso laboral por parte de personas externas a la empresa
Se puede producir acoso laboral cuando hay personas (víctima o acosador/a) que son ajenas a la propia organización pero comparten un mismo espacio laboral (proveedores, subcontratados, etc.)
- Acoso laboral por parte de clientes
De igual manera, puede darse este tipo de acoso cuando existe una relación laboral entre las partes y se llevan a cabo acciones destructivas, recurrentes y premeditadas.
- Acoso laboral mixto
Puede ocurrir cuando coexisten comportamientos hostiles por parte de superiores, subordinados y compañeros/as de trabajo.
Qué hacer si estás sufriendo acoso laboral o mobbing
Si consideras que estás siendo víctima de acoso laboral o eres consciente de que algún compañero/a lo está siendo, es importante que puedas ponerte en acción para resolver esta situación.
Ten en cuenta que cada situación es totalmente diferente y te recomendamos encarecidamente el contacto con un profesional que pueda asesorarte en tu caso en concreto, pues podemos encontrarnos con factores totalmente distintos (tanto a nivel legal como psicológico).
A continuación, te facilitamos de forma general algunas vías de procedimiento:
Identificación y recopilación de las situaciones recurrentes de hostigamiento, información a través del Convenio Colectivo sobre el Protocolo de Acoso, contacto con la dirección de la empresa o RRHH, contacto con el Comité de Seguridad y Salud o representante de los trabajadores de la empresa, con Inspección de Trabajo, o a través de acciones legales sobre la/s persona/s acosadora/s.
Como comentamos en el segundo apartado de este artículo, es muy importante identificar si realmente nos encontramos ante un caso de acoso laboral o es un caso de conflicto laboral.
Si es acoso, trata de documentar la violencia ocurrida. Puedes rellenar en forma de autorregistro un diario de incidentes ocurridos, tomando como ejemplo el diario propuesto por el Ministerio de Trabajo e Inmigración y el INSHT.
En el caso de ser acoso laboral, puedes buscar información en tu convenio colectivo, observa si existe un protocolo de acoso laboral que puede ser activado y el procedimiento que se llevaría a cabo.
Cuando el trato vejatorio ha sido ejercido por parte de un compañero/a, puede ser muy útil notificarlo por escrito a la organización para que puedan tener conocimiento sobre lo ocurrido.
En el momento en el que la empresa cuenta con más de 50 trabajadores, podemos notificar el caso de hostigamiento a través del Comité.
También podemos llevar a cabo otras acciones como notificarlo a Inspección de Trabajo o emprender acciones legales sobre la persona/s implicada/s.
A nivel psicológico, ten en cuenta que si estás sufriendo acoso laboral es muy probable que aparezcan ciertas dificultades que pueden estar afectando a tu bienestar psicosocial.
En este caso también te recomendamos acudir a terapia psicológica para que puedas aprender distintas estrategias según tu propio caso. La terapia psicológica puede ayudarte a abordar las complejidades emocionales, cognitivas y conductuales asociadas al acoso laboral.
Asimismo, te facilitamos distintas pautas psicológicas que pueden serte de gran ayuda:
- Entiende la situación en su conjunto y toma perspectiva:
Es importante que puedas reconocer cómo te sientes respecto a lo que has vivido. No es una situación fácil y requiere que poco a poco vayan procesando todo aquello que te ha afectado a nivel personal, profesional y social.
En diversas ocasiones, cuando sufrimos acoso laboral, tendemos a aislarnos, reprimir nuestras emociones y a no expresar lo que nos ocurre por miedo a ser juzgados.
También podemos sentir ansiedad, apatía, dificultad para dormir y afectación de los procesos cognitivos (atención, concentración, memoria, toma de decisiones…), no lo confundas con el síndrome del Burnout. Además, este tipo de situaciones de hostigamiento puede afectar sobre nuestra autoestima y la percepción que tenemos sobre nosotros mismos. Por ese motivo resulta fundamental poder trabajar sobre nuestro estado psicológico y reconstruir nuestra propia confianza comenzando a tomar perspectiva de todo lo ocurrido.
- Conecta con tus derechos y propias necesidades:
La violencia y el trato vejatorio jamás tiene justificación. Tienes derecho a sentirte mal en esta situación tan complicada. También tienes derecho a pedir ayuda si lo necesitas, si puedes, no tienes porqué hacerlo solo/a. Solicita ayuda profesional o de personas de tu entorno que puedan apoyarte (familiares, amigos, recursos comunitarios). Encontrar ayuda profesional de un psicólogo/a y tener un espacio libre de juicios puede proporcionarte el lugar seguro que puedes estar necesitando en este proceso.
Evalúa las distintas opciones y posibles consecuencias. Valora si puedes pedir la baja médica por tu estado psicológico, si te cuadra cambiar de trabajo, si prefieres permanecer y emprender acciones legales, etc.
Ve poco a poco alinéandote con tus necesidades. ¿Qué es aquello que puedes gestionar? ¿De qué manera? ¿Qué necesitas en todas y cada una de tus áreas vitales? ¿Qué necesitas a día de hoy? Date la prioridad que necesitas y te mereces.
- Siente, piensa y ACTÚA:
Es importante que podamos hacernos conscientes de que la realidad depende de nuestras propias interpretaciones. Por supuesto que el acoso laboral puede ser una de las situaciones más críticas de nuestra historia vital, y podemos sentirlo como tal, expresarlo y permitirnos tener pensamientos sobre ello.
A su vez, también podemos actuar, emprender un plan de acción y aprender estrategias que nos ayuden a afrontar ciertas situaciones a través del desarrollo de habilidades psicológicas (gestión del estrés y ansiedad, toma de decisiones, comunicación asertiva, fomento de autoestima, valoración de necesidades y objetivos, planteamiento de límites, resolución de conflictos, etc.)
Es cierto que en algunas ocasiones puede parecernos imposible actuar y afrontar este tipo de situaciones. En realidad, puedes hacerlo, de alguna u otra forma puedes ir adaptando según tus necesidades actuales. Ve paso a paso y no olvides que tú eres lo más importante.
Recordemos que el acoso laboral incide sobre los/las trabajadores/as y también sobre las organizaciones (incremento de absentismo, mayor rotación, bajas laborales, disminución de la productividad, etc.). Por ello, resulta imprescindible aunar fuerzas, prevenir el acoso laboral e intervenir para poder aminorar sus efectos. Porque disminuir los casos de acoso laboral es responsabilidad de todos.
Autora: Alicia Jiménez Rompinelli