El procedimiento habitual al comenzar un proceso de selección es un primer contacto telefónico, el objetivo principal de este contacto es el de citarte para una entrevista personal o el de hacerte una mini-entrevista antes de continuar con el proceso de selección.
¿Cómo afrontar esta llamada? si no te es posible hablar en ese momento, discúlpate amablemente y propón devolver la llamada cuando te sea posible.
Intenta aislarte de ruidos y distracciones (sobre todo si tienes a tus hijos o mascota cerca), ten un bolígrafo y una libreta a mano.
La manera de contestar al teléfono trasmite rasgos de tu personalidad es importante que la impresión de tu interlocutor sea positiva. Adopta una tono claro y calmado, los nervios no suelen ser percibidos, por lo que si te pones nervioso ¡tranquilo al otro lado no se notará! Demuestra seguridad con tu tono de voz.
Es muy habitual no escuchar bien algunos datos como el nombre de la empresa o el del reclutador, pregunta de nuevo por el nombre de la empresa y por el del reclutador (de esta forma podrás dirigirte a él por su nombre, aumentando los niveles de empatía entre ambos). Pregunta por su actividad sino la conoces y por el detalle de funciones a realizar. Esto demostrará interés en la oferta y seguridad en ti mismo.
El recurso de la sonrisa telefónica. Una sonrisa sincera siempre funciona bien incluso por teléfono. Parece algo carente de importancia pero la sonrisa telefónica es percibida por la otra persona, te ayudará a conectar con ella y a su vez tiene un efecto tranquilizador y positivo en ti, te sentirás más relajado y seguro.
Es importante recordar las ofertas a las que te has inscrito, pero en situación de búsqueda activa de empleo lo normal es que estés en varios procesos y no recuerdes todas las ofertas con claridad, por esto, solicita que te recuerden los detalles de nuevo la oferta. Esta información te permitirá decidir si te interesa el puesto de trabajo no y evitarás perder el tiempo.
Es conveniente que tengas algunas preguntas preparadas para demostrar interés.
Mantén un lenguaje pausado y claro, deja que el entrevistador lleve el peso de la entrevista y no te extiendas demasiado en las respuestas. El entrevistador quiere ver de forma rápida que no se ha confundido al seleccionar tu currículum, no pretende profundizar en tu experiencia y formación.
Conoce todos los detalles de tu CV, conocer muy bien tu Currículum te hará sentir más seguro, de esta forma tus respuestas complementarán al CV sin contradecirlo, conseguirás proyectar seriedad y profesionalidad al entrevistador.
Pueden preguntarte por tus expectativas económicas, la mayoría de las veces la empresa tienen unos rangos salariales establecidos aunque no lo reconozcan oficialmente. Si te es posible evita contestar directamente, ¿Por qué? porque la referencia que tú les des será lo que te oferten si eres el candidato seleccionado, si te has quedado por debajo de lo que estaban dispuestos a pagar…mala suerte. Tampoco te interesa que te descarten por expectativas demasiado altas.
¿Cómo puedes contestar? “Actualmente el aspecto económico es importante pero hay otros aspectos que tienen mayor prioridad, mi objetivo es desarrollarme profesionalmente y demostrar a la empresa el valor que puedo aportar, por lo que prefiero que sea la empresa la que me haga una oferta”. Si finalmente tienes que mojarte, da un rango, ejemplo: “dependiendo de las responsabilidades, considero que un rango entre 45.000 y 50.000 euros al año podría ser un salario razonable para empezar aunque no quiero ser descartado por esta cuestión, ya que mi prioridad formar parte de una empresa solida que me aporte estabilidad y desarrollo”.
El rango salarial debes tenerlo pensado previamente, puede ir desde el mínimo nivel salarial que estaría dispuesto aceptar hasta el máximo que suele pagarse por ese tipo de puesto.
Agradecimiento. Cierra la entrevista telefónica agradeciendo la llamada y la amabilidad, aprovecha para confirmar tu interés en la oferta e infórmate de como continua el proceso de selección.
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