Hablar de coaching significa abordar un tema que ya muchos conocen e incluso practican, pero hablar de coaching directivo no lo es tanto. Y es que en las organizaciones suele plantearse el coaching solo para quienes tienen dificultades en ciertas habilidades blandas o necesitan alguna guía para avanzar en su carrera y lograr posiciones de liderazgo. Sin embargo, pensar que un líder senior o directivo pueda recibir coaching lleva a preguntar: “¿Pero no se supone que siendo senior ya lo sabe todo? ¿Para qué recibir coaching?”. La respuesta es sencilla: “No, no lo sabe todo”.
Ofrecer coaching a directivos va más allá del solo hecho de apoyarles en el desarrollo de competencias y habilidades para alcanzar una mayor efectividad en el trabajo y en la carrera. Tener un coaching directivo ayuda a alcanzar una perspectiva diferente fuera del abrumador entorno al que están inmersos estos perfiles, en un mundo de alta presión, responsabilidades y exigencias.
Es incluso un momento de introspección, de hacer una pausa, dar una paso atrás y reflexionar sobre el camino andado y cómo pueden continuar recorriéndolo, pero mucho mejor, con más confianza y certeza de que las decisiones que tomen sean las adecuadas.
En estos tiempos de tanta competencia, de cambios y disrupción, solo teniendo una visión desde afuera que asegure que los pasos del líder son los mejores, es como el directivo podrá inspirar a otros e impactar positivamente en la organización.
¿Qué significa coaching directivo o coaching para directivos?
Coaching para directivos, como he mencionado, es ir más allá del coaching tradicional, pues requiere ofrecer una perspectiva diferente y menos orientada a mejorar alguna habilidad en concreto, pues usualmente ya éstas existen en el líder. Los directivos senior, precisamente, ya han consolidado importantes competencias, por lo que corren el riesgo de creer que sus decisiones son siempre las mejores. Así, y debido a que sus acciones e impacto en la organización y responsabilidades son muchos mayores, un coach resulta de gran ayuda para garantizar un sano ambiente de trabajo y visión estratégica.
Tal y como señala la reconocida empresa Center for Creative Leadership: El coaching ejecutivo es un enfoque de aprendizaje que crea conciencia de sí mismo, ayuda a impulsar el cambio transformador y proporciona un desafío y apoyo críticos.
Este tipo de coaching para directivos facilita al líder salir de su zona de confort y pensar fuera de la caja, facilitando de esta manera la consideración de nuevas variables que el entorno le está ofreciendo y, en consecuencia, aprovechar nuevas oportunidades de negocio, incrementar la productividad de su equipo, aceptar la diversidad y generar mayor compromiso ¿Puede un líder lograr todo esto solo? En realidad, sí, pero a un costo -en términos de tiempo y esfuerzo- muy alto sin la garantía que lograría con un profesional del coaching a su lado.
Revisemos entonces las ventajas que ofrece el coaching directivo.
Estas son las ventajas del coaching directivo
Son amplias las ventajas que pueden obtener tanto el líder como la empresa al ofrecer coaching a sus ejecutivos. La recomendación, evidentemente, no es esperar a que la situación se torne compleja, por el contrario, el objetivo es estar listos para cuando alguna crisis se presente. De hecho, comenzar cuanto antes el coaching directivo permite a los líderes integrar habilidades clave en sus interacciones diarias y anticiparse a los cambios, garantizando con ello que la empresa esté lista para afrontar futuros desafíos.
Ventajas para el directivo
- Autoconciencia (“self-awareness”): es quizás esta la clave central del coaching directivo pues facilita esa toma de conciencia de cómo se está ejerciendo el rol de liderazgo y qué cambios deben realizarse para guiar a sus equipos hacia el éxito de la organización.
- Desempeño y competencias: sin duda el coaching ayudará al directivo a continuar mejorando sus habilidades de pensamiento crítico, liderazgo, entre otras competencias claves para estos perfiles.
- Inteligencia emocional: el coaching para líderes ayuda a los ejecutivos a gestionar el estrés y priorizar mejor su propio bienestar emocional frente a la incertidumbre, aumentando así su eficacia. Esto mejora sus niveles de resiliencia para que tengan la fuerza requerida en la toma de decisiones difíciles.
- Empoderamiento: es este quizás el efecto colateral del coaching directivo pues el líder se siente más seguro de sí mismo, de sus acciones y potencial, con lo cual alcanza un mayor nivel de empoderamiento que impacta positivamente sobre su compromiso hacia alcanzar mayores y mejores resultados.
- Visión y perspectiva: la visión de túnel que muchos directivos llegan a tener por tantos años de experiencia haciendo lo mismo y sin recibir un feedback certero y honesto, desaparece. Es así entonces como se amplía el rango de visión alcanzando otros enfoques y otra perspectiva. Además, el coaching directivo ayuda al líder a fijar los pies sobre la tierra, cosa que tienden a perder mientras más se sumergen en la estrategia y se distancian de lo táctico.
- Flexibilidad al cambio: Cuando un ejecutivo mejora su capacidad para liderar con claridad, allana el camino hacia un cambio organizacional sostenible que se extiende hacia todo su equipo.
- Autoconfianza: la oportunidad de conversar abiertamente con el coach y responder las preguntas que éste va haciendo, lleva a la reflexión y a mejorar los niveles de confianza sobre sí mismo. En consecuencia, un líder con mayor autoconfianza, es un líder que avanza con mayor firmeza hacia sus objetivos.
- Satisfacción laboral: estar seguro de lo que se hace, hacerlo bien y observar el impacto positivo que tiene sobre otros y en la organización, genera un nivel de felicidad laboral que resulta del trabajo constante y comprometido en cada sesión de coaching directivo.
Ventajas para la empresa
Si bien la mejora en el desempeño de sus líderes impacta sobre la productividad de la empresa, podríamos mencionar algunas ventajas directas que obtiene la empresa al ofrecer coaching directivo a sus ejecutivos senior:
Se incrementan los índices de:
- Compromiso organizacional
- Retención del talento
- Satisfacción laboral
- Marca empleadora de la empresa (employer branding)
Disminuyen los índices de:
- Rotación de personal senior
- Estrés laboral
Adicionalmente, la empresa gana un futuro coach o mentor pues el líder va aprendiendo en el camino y logra transmitir sus nuevos conocimientos a otros, aplicando nuevas maneras de guiar al equipo, colegas o coachees.
Clave para un exitoso coaching directivo
Evidentemente, no es solo contratar a un coach y sentarse a esperar grandes cambios en sus líderes y el respectivo impacto positivo en la productividad de la empresa. El proceso es un poco más complejo y deben cumplirse algunas claves para asegurar su éxito. Revisemos las más relevantes:
El coaching como parte de la cultura organizacional de la empresa
Atrás deben quedar las ideas de que el coaching es solo para los niveles medios de la empresa o para quienes muestran un bajo rendimiento y requieren de apoyo. Deben incorporarse las sesiones de coaching como parte del proceso de desarrollo continuo de los líderes haciéndolo ver como algo propio de la organización y que fomenta el crecimiento y desarrollo de todos.
El coach y su formación
Al ser un tipo de coaching especialmente dirigido a niveles senior y directivos de la organización, la preparación, formación y experiencia del coach son fundamentales. Más allá de las características personales y competencias que debe tener, es importante contar con un profesional certificado que sepa cómo orientar este tipo de sesiones.
Hoy en día hay una altísima proliferación de coaches en áreas inimaginables hace algunos años que por el solo hecho de vivir una situación personal en concreto, ya la sola “vivencia” les hace considerar que pueden dedicarse a dicha actividad. Esto es un riesgo que ninguna empresa debe asumir, por tanto, ha de estudiarse con detenimiento el background del coach que se decida contratar para elegir un coach ejecutivo adecuado.
El coachee y su apertura al cambio
Puede existir una cultura de coaching en la empresa y se puede contratar al mejor coach de directivos, pero si el coachee no tiene la voluntad de cambio ni de aceptación o escucha en cada sesión, poco se podrá avanzar.
La preparación del coachee es tan importante como la del coach en términos de claridad de objetivos, aceptación al cambio, y voluntad de generar ajustes en su estilo de liderazgo y visión de las cosas. Por ello, si es necesario, la empresa deberá pasar por un proceso de preparación inicial antes de implementar sesiones que puedan ser percibidas como imposiciones de parte de la organización y que produzcan el efecto contrario al esperado.
La confidencialidad y el respeto a la individualidad
Parece obvio, pero se debe dejar claro que la conversación entre el coach y el coachee no saldrá de cada sesión, a menos que haya puntos que ambos acuerden que sí podrán ser compartidos. No es de extrañar que algunos líderes esperen recibir información del coach para así utilizarla como insumo en las evaluaciones de desempeño. Esto no debe ocurrir.
El proceso de coaching no puede estar atado a ningún tipo de evaluación o cumplimiento de objetivos. Por otra parte, debe dejarse en claro también que el coach no está allí para enseñar al líder a hacer su trabajo, sino más bien para potenciar sus habilidades, competencias, visión y perspectiva; y en consecuencia, alcanzar un mayor nivel de desarrollo profesional e impacto en la organización.
De igual forma, el coach debe saber que cada caso es diferente y que esta individualidad debe ser reconocida y gestionada como corresponde. Un ejemplo de individualidad lo señaló Joe Girardi, coach del equipo de béisbol de los Yankees de Nueva York en una entrevista sobre las habilidades de un buen coach: “Tienes que adaptarte al tipo de jugadores que tienes. Si tienes un equipo que batea jonrones, no puedes hacer que todos sean ladrones de bases, y viceversa”.
Estas son las habilidades que debe tener un coach directivo
Más allá de cualquier preparación formal del coach, hay habilidades que debe tener ya consolidadas para asegurar sesiones altamente efectivas, donde el líder se sienta cómodo y perciba un espacio de apertura para sacar el máximo provecho.
Revisemos las principales habilidades que debe tener un coach directivo:
Comunicación
En el más amplio sentido de la palabra. Es decir, no es solo la forma de expresarse verbalmente, es su lenguaje corporal, el contenido y la precisión de su discurso, la capacidad para hacer preguntas poderosas que se comprendan con facilidad y por supuesto la claridad de sus mensajes. Incluso, la comunicación puede llevar a la confrontación para lograr un coaching efectivo.
Así lo señala Bill Parcells -reconocido coach de fútbol americano- quien en su libro “Parcells: A football life” escribió: Tienes que ser honesto con la gente, brutalmente honesto. Tienes que decirles la verdad sobre su actuación, tienes que decírselo cara a cara y tienes que decírselo una y otra vez. A veces, la verdad será dolorosa y, a veces, decirla conducirá a una confrontación incómoda.”
Escucha
Es una habilidad fundamental pues la construcción de preguntas por parte del coach depende de lo que el líder esté expresando en ese momento. Entender lo que el directivo está expresando, cuál es su inquietud, sus preocupaciones y objetivos sólo se comprenden con una muy buena escucha.
Inteligencia emocional
Las conversaciones con líderes y directivos de empresas suelen ser profundas y hasta complejas, por lo que el coach debe reconocer, no solo sus propias emociones ante los temas que se traten sino también las emociones del coachee para anticiparse a las preguntas que deberá formular y las reacciones mismas del líder. Entender que pueden alterarse un poco los ánimos y que no es nada personal, es parte de lo que el coach debe saber gestionar.
Seguridad y confianza
Saber cómo crear un entorno de apertura, seguridad y confianza es lo que facilitará las conversaciones en cada sesión, así como el ánimo del mismo líder. Debe contar con la habilidad para crear un ambiente de armonía donde el directivo sienta que puede hablar sin restricciones, por el contrario, que la apertura ayudará mucho a alcanzar las metas que se propongan en el proceso.
Empatía
Ser empático implica ponerse en el lugar del otro, entender cómo el líder se siente y hacerle ver que se está allí para apoyarle. Habrá momentos en los que el líder estará pasando por procesos de cambio importantes o situaciones de alto nivel de complejidad que le afectan emocionalmente o en su plan de carrera o en un proceso de transición profesional; por lo que necesitará un espacio donde conversar abiertamente, sin limitaciones y, especialmente, sin sentirse juzgado, pero sí comprendido. Esto es lo que debe entenderse como la empatía en el proceso de coaching.
Quién puede recibir formación de coaching directivo
Cualquier directivo de empresa puede recibir coaching directivo. Como indicaba al inicio del artículo, no es necesario estar en una situación de crisis para buscar este apoyo, por el contrario, tener desde ya este tipo de asesoría asegura estar preparado antes de que la situación lo demande, y por tanto afrontar con mayor efectividad los desafíos. Ahora bien, hay elementos que sin duda facilitarán el proceso, a saber:
- Actitud: una actitud positiva por parte del líder es fundamental ya que de nada vale imponer un coach a quien no desea recibirlo.
- Apertura: en las sesiones surgirán temas y discusiones frente a las cuales el líder deberá tener apertura para debatir, escuchar propuestas, verse retado y asumir la necesidad de cambio.
- Compromiso: las sesiones de coaching tendrán sus objetivos muy claros y su alcance dependerá en gran medida del compromiso de ambos en cumplir con los acuerdos que se establezcan desde el inicio.
- Apoyo: de parte de la empresa, para asegurar un entorno de confianza en cada sesión.
Autora: Aixa Zerpa
¿Quieres liderar desde paradigmas más amplios?